martes, 29 de enero de 2013

¿Dónde quedaron mis sobresalientes?

Primer día de clase de francés (y lamentablemente, no me refiero a sexo oral. Sé que con este chiste me merezco una palmadita en la espalda). María (o sea, yo), una chica que cuando unas niñas preguntan: "on peut caresser le chien?" (¿podemos acariciar al perro?) responde: "YES". Juro que no es por alardear de un idioma que ni siquiera es el mío materno, pero se me cruzan los cables y no soy capaz de responder un simple "OUI". 

Puestos en antecedentes ya os podéis imaginar el éxito (por los cojones) del primer día. Entro y una ucraniana muy maja empieza a hablar y preguntar. Había una escocesa también en la clase. Y se ponen a hablar en francés. He perdido el hilo después de saber a cuántos niños cuidábamos cada una. (De hecho, no he descubierto que la escocesa era escocesa hasta después de la clase. Ha sido una anagnórisis muy divertida, teniendo en cuenta que durante la clase YO he preguntado a LA ESCOCESA si sabía inglés. Muy educada ella, que no se ha reído en mi cara). Diré en mi defensa que ambas llevaban más tiempo que yo aquí. Después han llegado una griega y un guatemalteco. Todo muy divertido (por los cojones). 

Empieza la clase y me meten el subjuntivo del francés, así, sin vaselina ni nada. Yo, que llevo desde 4º de la ESO sin dar francés (lo que suponen 6 años de completo olvido. [DIOS QUÉ VIEJA SOY] ). Al final de la clase, le he preguntado a la profesora si me cambiaba a A1 (estoy en A2) y me dice que no, que ahí estoy bien. (BIEN DICE). ¿Dónde quedaron esos 10 y 9 que saqué durante los cuatro años de francés? ¿Dónde quedó mi inocencia y mi saber preguntar una dirección e indicarla en francés? ¿Dónde el presente simple y el perfecto, el futuro y el presente continuo? ¿Dónde el abecedario? (Habéis leído bien: el ABECEDARIO).

Pero no pasa nada, yo sé dónde está todo: Internet. Y lo usaré como tal para ponerme al día. (Todos aquellos lectores con plenos conocimientos de francés, que sé que al menos tengo una, pueden comentar añadiendo cualquier link de mi interés, lo cual apreciaré de todo corazón).


La parte divertida: el otro día estuve en Ginebra. Prometo contar más detalles en mi siguiente entrada. La foto superior son las vistas de parte de la ciudad, desde la Catedral de Saint Pierre. 

P.D: Ya tengo el teléfono de la griega para quedar este fin de semana. Soy la única ilustre (por no decirme imbécil, que queda mal) a la que no se le ha ocurrido la brillante idea de usar internet para hacer amigos, pero no me ha ido mal. Para un día que me relaciono, ya tengo con quien quedar. 

sábado, 19 de enero de 2013

A litlle bit of English

Porque lo bueno se hace esperar, aquí está la prueba de que lo notanbueno (esta entrada) también se hace esperar. Disculpas a todos los fervientes lectores (mi familia y amigos, tampoco quiero hacerme la súper importante) que me honran con sus visitas y comentarios.
Si alguien pensó (como yo) que esto iba a ser un paseo, ESTABA EQUIVOCADO. Esta semana me he encontrado con unas cuantas dificultades a la hora de hacerme un abono anual para que los viajes me salieran lo más barato posible. Esas "cuantas dificultades" se resumen en una: el dominio del francés.
Hace dos días fui a sacarme una foto de carnet que necesito para dicho abono de transporte. Después de conseguir cambio para la máquina de fotos (Est-ce que tu peux give me some change para la máquina?). Así, señoras y señores, sin trampa ni cartón, yo tuve las narices de pedir cambio. Creo que por eso la mujer se vengó y me dio un billete de 10 muy feo y roto.
Pero lo peor vino cuando tuve que hacerme la foto y la máquina sólo funcionaba en alemán, italiano y francés. Nada de inglés. Después de cacharrear un buen rato, se hizo la foto y a mí me pilló por sorpresa. He ahí el resultado: mi cara como la de un gato justo antes de ser atropellado. Con los ojos muy abiertos y cara de susto. (Prometo que cuando pueda escanearla, tendréis la prueba de que no miento). No entendí lo que me dijo la máquina, así que imprimí esa foto, porque no supe cómo hacer para repetirla. Además, de que pagar otros 6 euros por 6 fotos de carnet no era lo que más me apetecía.
Después, he estado dos días intentando hacerlo por internet, pero no se podía. Tuve que llamar por teléfono a información, donde me dijeron (menos mal, en inglés) que tenía que hacerlo en LA ESTACIÓN (claro, no se les ocurrió decirme que hay unas pocas estaciones que lo hagan, entre las que no se encuentra Rolle). Así que hoy me he dirigido a Nyon, porque aquí no hay "oficinas" de ventas de billetes.
Obviamente, he perdido el tren y me ha tocado estar esperando media hora en el andén. Allí, me he puesto por inercia donde pensé que sería (he preguntado a un chico delante de mí, pero sólo hablaba a little bit of english así que no me ha servido de mucha ayuda). Afortunadamente, he acertado. (Cerraban a las 12 y a mí me han atendido a las 12.05). Por fin, he tenido algo de suerte. Y ya está todo solucionado.
Nyon-Gland-Rolle. De vuelta. (Un nombre tan divertido como Gland(e) no puede pasar desapercibido). Aprovecho para decir que menos mal que aquí hablan inglés, porque creo que en España lo habría tenido más difícil. Eso, y que aquí te dan un abono provisional mientras lo tramitan, cosa que tampoco hacen allí. Ya tengo mi billete a la libertad.

domingo, 13 de enero de 2013

Saint Cergue


El destino de hoy ha sido Saint Cergue (a poco más de 20 minutos de Mont-Sur-Rolle), donde hemos llevado al pequeño en un carro-trineo muy divertido.La nieve llegaba por las rodillas en las partes que no habían pisado o quitado.
 
Había pistas de esquí, pero eso será una experiencia que no veréis en este blog. ¿Por qué? Porque una vez lo intenté, pero si se suma mi inexperiencia, que soy una patosa y que el monitor estaba más entretenido intentando ligar con las dos rumanas (nivel experto en esquiar. Guiño, guiño) que haciendo su trabajo: enseñarnos; obviamente, de ahí no sale nada productivo.
 
También hemos pasado por un mirador precioso donde se veía el lago Lemán y parte de los Alpes. Después hemos comido allí. Yo unas patatas gratinadas con lacón, todo muy rico.
 
Siguiendo con la gastronomía, hoy he cenado Raclette: es una comida típica suiza, con el queso raclette sobre patatas cocidas. El queso se funde en la plancha y luego lo puedes acompañar con lo que quieras: carne, pollo, tomate seco, etc. Por si no fuera suficiente, de postre profiteroles caseros. A veces creo que quieren hacer como Hansel y Gretel: engordarme para comerme. Volveré rodando. Pero seré una gorda feliz.
 
 


miércoles, 9 de enero de 2013

Turisteando

 
Estos dos días han sido nublados y bastante fríos (esta mañana hacían -2ºC y ahora estamos a 5ºC), así que más que nunca (por el momento) he podido apreciar a mi adorada chaqueta. En esta etapa de turisteo, he encontrado unas cuantas cosas interesantes acerca del pueblo donde estoy viviendo: Rolle o Mont-sur-Rolle. Aquí nacieron personajes conocidos como Ernest Biéler (pintor), Henri Bouquet (oficial del ejército británico),o Janine Massard (escritora); he de decir, que lamentablemente no conozco a ninguno (no doy para tanto). Pero al mejor me lo dejo para el final: Jean-Luc Godard nació aquí (un cineasta. A ese sí le conozco).
 

Château de Rolle

 
Se encuentra a la orilla del lago de Ginebra. Es un castillo medieval de los más grandes de su clase. Fue fundado probablemente por la Casa de Saboya, en el siglo XIII (de 1264 a 1269, por encargo de Pedro II de Saboya). Ha sido un lugar para todo: han vivido varios señores, ha habido una escuela, una prisión, una biblioteca pública y, más tarde, un museo militar. En 1904 la cárcel se cerró y, después, también el museo.
 
Hoy en día, hay un centro de salud, una sala de exposiciones, salas de reuniones del Consejo y una importante biblioteca histórica con 13.000 volúmenes. En 2005 se creó la Asociación de Amigos del Castillo de Rolle para su conservación.
El lago Ginebra está justo al lado, está lleno de patos, cisnes (he descubierto que los cisnes bufan, así como los gatos cuando se enfadan) y otro tipo de pájaros. Phoebe se vuelve loca cuando vamos allí. Esta mañana había un tipo que iba remando sobre una tabla de surf para asustar a los patos, la verdad que no sé el porqué de esto.
 
(Aquí podéis ver a Phoebe volviéndose loca con los patos) Al fondo se ve la Île de La Harpe. Se trata de una pequeña isla que un grupo de comerciantes locales decidieron construir alrededor de 1835, para proteger el puerto situado al oeste, donde llegaba la madera con destino a Ginebra. Por la noche, está iluminada. Es precioso.
...Y hasta aquí la visita turística por hoy. Obviamente, todo es mejor en persona. Gomar ha hecho la cena y se ha pasado con el picante. Si muero, es porque una bomba cayó en mi estómago.




lunes, 7 de enero de 2013

Ménage à trois

Hoy ha amanecido nublado, así que he hecho una foto del árbol de Navidad, como despedida. Sí, por mucho que queráis resistiros, va siendo hora de quitar los adornos y de ponerse a trabajar y estudiar. En mi caso, todavía no estoy trabajando al 100% (me libro de limpiarle la caca al niño, pero me queda poco para hacerlo) y las clases de francés las empiezo en febrero. (Papá, mamá) Prometo empezar con los cursos online. De momento, anoche vi The Italian Job y me conformé con King Kong en ITV.
Estos días he estado un poco acatarrada. En realidad no he pasado frío, pero supongo que el cambio de clima afecta. Bueno, a mi derecha os presento mi primera tortilla de patata de tamaño familiar, hecha en el extranjero. (No me critiquéis duramente, en casa alguna vez hice de las pequeñas).
Siento decepcionar con esta entrada, pero la verdad que no ha pasado nada más (soy consciente de que estropeo el mito ese de salir del país y estar todo el día andurreando. Pero lo primero es lo primero, y ahora estoy en fase "contacto con el entorno"). Además, he estado mirando los billetes de tren y madredeDios lo que cuestan. De todos modos, aún no sé ni dónde ir. Supongo que dos días más de encierro y lo cogeré y veré a dónde me lleva (sin pasarse, que el precio se incrementa dependiendo de la parada).
 
En mi fase de "contacto con el entorno" me he dado cuenta de un par de cosas:
 
1. Son cuadriculados hasta para las plazas de aparcamiento: están numeradas para cada casa. Si eres un visiter, aparcarás en la plaza asignada para ti (correctamente indicada con la palabra visiters pintada en el suelo) . En todo el barrio.
 
2. (Papá no leas) Saludan con tres besos y los enchufes tienen tres agujeros. Como hábilmente mi compañera Carmen percibió, todo apunta a un ménage à trois. Utilizan el chocolate como elemento disuasorio, pero yo no he caído en su trampa, porque no me gusta. Veremos hacia dónde va esta parte de la investigación.

sábado, 5 de enero de 2013

Swing en Swiss


Vuelo destino a Ginebra. Parezco una gitana a la que acompañan la mitad de su familia: su tía, su abuela, sus padres y su hermano. Y aun quieren entrar conmigo hasta la puerta de embarque. Que no, que me voy.

Según me separo de ellos, ya conozco a un francés muy mono que, caballerosamente (y menos mal, porque si no creo que no lo habría conseguido), me ayuda a cerrar la maleta que me han hecho abrir para sacar mi medioportátil (Sí, con esa pantalla de la derecha me comunico con vosotros). Él voló a Lyon y yo a Ginebra. (De otro modo, habría sido una historia muy obvia y fácil. Y no queremos eso).


El viaje se me hizo muy corto. Una pareja francesa estaba a mi lado, muy majos. Menos mal que él sabía español, si no nuestra comunicación habría acabado con "Je ne parle pas français". Hice una foto de los Pirineos (a la izquierda), pero me decepcionó tanto el resultado de la supercalidad de mi móvil, que al pasar sobre los Alpes preferí dejarlo en mi recuerdo. Al llegar, me esperaban en el aeropuerto para traerme a Mont-Sur-Rolle (Monsigol para los amigos. Donde voy a vivir los próximos meses).

 
El día de hoy ha sido más ocioso. He visitado Laussane. Es una ciudad bastante grande, así que he estado dando un paseo por el centro , donde están todas las tiendas y centros comerciales. Eso sí, los precios muchísimo más caros que en España. Lo único que he visto más barato han sido las cámaras de fotos y los coches. (Coste del "paseo": 21.80 CHF = 18 €).
 
Después, he estado dando un paseo a la pequeña Phoebe, con la que he hecho muy buenas migas. (Menos mal que mi perra Laika no puede leer esto, hace tiempo que dejé de sacarla a pasear. Diré en mi defensa que es el fruto de no tener nada mejor que hacer). Porque otra cosa no, pero echo mucho de menos mis series de televisión. (No os ofendáis, a todos vosotros también).

miércoles, 2 de enero de 2013

"Hola, soy María y compro tu amistad con chocolate"

Si algo he aprendido estas últimas semanas de Navidad, es que cuantas menos expectativas tengas, menos dura será la caída.

Después de unas semanas de atiborrarme a ver capítulos de Modern Family, ayer vi uno en el que Phil sale muy decepcionado el día de su cumpleaños, porque esperaba el último I-Pad, pero su mujer se durmió y no hizo cola para regalárselo. El pobre Phil decía que no hay que tener grandes expectativas respecto a la actitud de la gente, pues así no saldrás muy decepcionado. Y precisamente, anoche más que nunca, me di cuenta de la gran razón que tenía. (Lógicamente, como serie de televisión, tuvo final feliz. Pero en la vida real eso no habría pasado).
 
Es cierto que estaré nostálgica, porque en dos días me voy a otro país, a cuidar de un niño. Y sola. Se puede decir que no dispongo de todo el tiempo que me gustaría para "despedirme" (tampoco es que me vaya a la guerra, lo sé). Pero siempre esperas más de ciertas personas que han significado mucho en tu vida. Y bueno, llegado este momento, quizá las necesitas más que nunca.
 
No es enfado, a pesar de lo excesivamente quejica que yo pueda parecer, es simplemente decepción. La decepción es de las pocas cosas que nunca desaparecen de tu vida. Desde el momento en que sales de la placenta calentita para acabar en este mundo frío en el que tienes que llorar para que te alimenten, pasando por el descubrimiento de que los Reyes Magos no existen ni Papa Noel ni el ratoncito Pérez. Más tarde, con el primer novio que crees haber tenido (o ese tío que en la adolescencia te dijo que te quería para tocarte las tetas) y acabando por los "amigos forever" que tanto has apreciado.
 
Pero bueno, por otro lado, siempre está esa gente que hace todo lo posible por verte (venir de Granada, quedar contigo a pesar de estar enfermos o de tener que trabajar, o simplemente una llamada para quedar). A la hora de la verdad, esos son los que realmente van a echarte de menos, van a querer saber de ti y, a la vuelta, mantendrás su amistad. Y en los que te gastarás dinero para traerles toneladas de chocolate, o cerveza. ("Hola, soy María y compro tu amistad con chocolate". Guiño, guiño).
 
Banalizando el asunto (cosa en lo que soy experta a estas alturas de mi vida), lo que realmente me habría hecho falta es un polvo de despedida. Pero no. Me consolaré con que en Suiza el sustitutivo es bueno (me río yo de la propiedad sexual del chocolate). Así que, si vuelvo rodando, ya sabéis el porqué.