sábado, 1 de diciembre de 2012

Morir matando

Por fin "tengo tiempo" para mí. Y lo pongo entre comillas, porque en realidad debería seguir cumpliendo con más y más obligaciones que parecen no tener fin. Pero con el ruido ambiental de mi casa (Madrid-Atleti de fondo) es imposible.
 
Me gustaría dedicar esta entrada a todos los cortometrajes de mis compañeros de clase que con tanta ilusión y empeño han hecho (algunos con más dedicación que otros, claro). Casualmente, el mío se quedó sin ser proyectado junto con otros 20 compañeros más.
 
He de hacer una observación que me preocupó mucho: diría que el 80% se dedicó a matar gente en su pieza audiovisual. (Y yo pensaba que estaba como una cabra...). Después hubo algunos sobre maltrato, otros con curas, algunos calentorros y otros chorras (mis favoritos).
 
Empezaré por lo bueno, y es que hubo algunos que realmente me encantaron: una monja que sucumbe al pecado de la carne (vamos, que se tira a un tío a pesar de ser monja), una sombra aterradora que va a una habitación ajena a robar y bailar ("Subnormal Activity"), teorías sobre la existencia de "otra Tierra", "Pies para qué os quiero", "Malos pensamientos" y unos pocos más.
 
Pero desde aquí debo añadir: ¿DÓNDE ESTÁ LA ORIGINALIDAD? Porque Dios mío, la verborrea audiovisual fue enorme e insufrible. 
Con esto, no quiero decir, ni digo, que mi corto sea el mejor (de hecho, lo incluiría entre la mundana bazofia que hubo). Y espero que nadie se ofenda, por supuesto, que no lo digo con afán de criticar a nadie personalmente. Pero también añado que me parece una tomadura de pelo que un corto que debe durar 2 minutos, dure 6 y se dedique a contar una puta mierda. Sí, una puta mierda. Mejor hubiera quedado alguien, precisamente, contando mierdas literalmente.
 
Y dicho esto, añado mi mundana bazofia, para quien quiera verla. Exacto, para que perdáis el tiempo en lo mismo que yo lo perdí el viernes. Obviamente, no son 6 minutos.
 
 
 
P.D. Todo parecido con la realidad es pura coincidencia.

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