lunes, 5 de agosto de 2013

Yvoire

1 de agosto. Fiesta nacional en Suiza. El único día del año en el que sus reprimidas almas gritan y explotan en forma de fuegos artificiales interminables. Tiendas cerradas, pero carpas para beber y comer al lado del lago. Allí, todas las familias y jóvenes con sus ropas de domingo. Lo festejan mucho más que Nochevieja o Navidad.


Así que Irene y yo cogimos un barco desde Nyon y nos fuimos al otro lado del lago Lemán.




Yvoire

Un pequeño pueblo medieval situado en Francia. 










Esta villa está rodeada por unas murallas del siglo XIV y por todas las calles en las que paseas, las flores dan un color maravilloso a los muros y ventanas. Me recordó mucho al pueblo de Gruyères en Suiza, pues es pequeñito, amurallado, acogedor y precioso. Personalmente, este tipo de pueblos son los que más me gustan y llaman la atención.

Si estáis visitando la zona del lago Lemán, es muy recomendable. El barco es incluso más barato que el tren en Suiza, y en Yvoire, aunque caros de todos modos (pues no deja de ser destino turístico), los precios son bastante más aceptables que vayas donde vayas en Nyon.

A pesar de que recomiendan ir al "Jardín de los cinco sentidos", a nosotras nos dijeron que no merecía la pena para nada, pues era un pequeño laberinto con flores y poco más. Así que confiamos en las palabras de Merce y nos ahorramos la entrada.



Además, comimos en un restaurante que hay en la pequeña placita, un menú muy bien de precio. Y es que hay bastantes restaurantes con muy buenas vistas cuyo menú ronda los 40 euros. Pero a las tres de la tarde (que es cuando queríamos comer) ya habían cerrado la cocina. Por 17 euros comimos menú que tenía pescadito frito que ambas extrañábamos tanto. Nos encantó. Amenizadas con música clásica que venía de la pequeña placita, donde unos músicos tocaban el violín, el violoncelo y el contrabajo.


Cuando volvimos a Nyon, fuimos a cenar las únicas "tapas" que aquí he visto por el momento (y la verdad no pretendo seguir buscando). En El Cafe des Moulins puedes ver a todo el mundo bebiendo una copa de sangría y comiendo tapas. Irene quería probarlas y yo me dejé engañar. Si eres español, NO LO HAGAS NUNCA. Sangría = 12 francos (10 euros) lo venden como si fuera un cubata, y no es más que vino. Las tapas, aunque contundentes, son básicamente fritos y embutidos por 25 euros por persona. Así que no merece la pena para nada. 

1 comentario:

  1. Wow que buena pinta tienen esas tapas!!! aunque son super caras la verdad... mejor pillar las cosas en el super y hacerlo tú jajajaja por cierto el pueblecito medieval es precioso, he buscado más fotos en google (me encanta viajar) y si alguna vez paso por la zona seguro que me daré un saltito y lo visitaré. Sigue disfrutando de la experiencia!!! Te animo a pasarte por mi blog aupairil!! :)

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